miércoles, 21 de abril de 2010

La Tierra comunicada. Guglielmo Marconi.


La Tierra comunicada. Guglielmo Marconi.

En 1860, el físico James Clerk Maxwell predijo la existencia de ondas asociadas a los fenómenos eléctricos y magnéticos (radiación electromagnética), de las cuales las ondas luminosas eran sólo una pequeña parte. No llegó a ser testigo de hasta qué punto su teoría iba a cambiar el mundo, de hecho, las primeras demostraciones experimentales de la existencia de esas enigmáticas ondas no llegaría hasta siete años después de su muerte.

En 1887, el físico alemán Heinrich Rudolf Hertz, generó una corriente alterna de alto voltaje que hacía saltar chispas eléctricas entre dos bolas cargadas. En esas circunstancias —y según predecían las ecuaciones de Maxwell— se debía producir una radiación electromagnética capaz de transmitirse por el espacio. Hertz utilizó un aparato receptor de su invención para detectar las ondas generadas por los chispazos desde el extremo opuesto de la habitación. Con este simple experimento logró demostrar que la energía electromagnética se transmite como había predicho Maxwell.

Los experimentos de Hertz le permitieron ir descubriendo poco a poco información sobre las ondas generadas por sus aparatos. Colocó su detector en distintos lugares, comprobó las distintas formas de las ondas generadas y calculó su frecuencia, mucho más baja que la de la luz. Después serían conocidas como “ondas hertzianas” u “ondas de radio”.

Una vez demostrada la existencia de las ondas hertzianas, muchos investigadores comenzaron a sospechar que podrían ser utilizadas para enviar mensajes a distancia, sin necesidad de ningún soporte material. El asunto parecía cosa de magia y se dio el caso de un investigador inglés, Oliver J. Lodge, que logró cierta fama como espiritista tras conseguir enviar mensajes en Código Morse a 800 metros de distancia.

El gran artífice de las comunicaciones por ondas de radio fue el inventor italiano Guglielmo Marconi, cuya vida les ofrecemos hoy. Marconi perfeccionó el equipo transmisor conectando a tierra un lado del generador y del receptor, y el otro, a un trozo de alambre que después recibiría el nombre de “antena”. En 1897 instaló la primera estación inalámbrica en la Isla de Wight y gracias a ella se pudo establecer contacto con un buque de vapor a 14 kilómetros y medio de distancia. Dos años después, las señales recorrieron 50 kilómetros y atravesaron sin dificultad el Canal de la Mancha. Esos experimentos fueron el preludio de lo que sería su gran epopeya, la transmisión de ondas de radio desde Cornualles a Terranova, separadas 3.378 km a ambos lados del Océano Atlántico. Sucedió el 12 de diciembre de 1901, un día histórico en el que se rompieron las barreras que incomunicaban a la humanidad.

El 10 de diciembre de 1909, durante el acto de entrega del Premio Nobel de Física a Guglielmo Marconi, el Miembro de la Real Academia de las Ciencias de Suecia que lo presentaba dijo:
“Independientemente de las rutas fijas de los cables conductores e independientemente del espacio, gracias a los logros de Marconi podemos conectar lugares muy distantes, por encima de las enormes extensiones de las aguas y de los desiertos.”

Escuchen ustedes su biografía.

http://cienciaes.com/biografias/2010/04/13/marconi/

Fuente: http://cienciaes.com/biografias/2010/04/13/marconi/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

TU OPINION ES MUY IMPORTANTE PARA NOSOTROS !