Recepción en frecuencias ultra bajas

domingo, 27 de febrero de 2011 6:00 Radio Bulgaria Sociedad Espacio diexista
Recepción en frecuencias ultra bajas
Autor: Ivo Ivanov y Rumen Pankov

Espacio diexista 27.02.11

Los programas DX habitualmente se ocupan de las ondas ultracortas, cortas, medias y largas. La frecuencia más baja en las escalas de los receptores comunes, 150 kilohercios, es el comienzo de las ondas largas.

Ya en el año 1900 con auriculares fue registrado un fenómeno extraño: se oye un silbido similar al que acompaña la caída de un proyectil, o bien un sonido que se escucha al reventar un neumático. Este fenómeno fue investigado por los científicos apenas en 1953. Fue establecido que el sonido en cuestión aparece en las frecuencias inferiores a los 150 kHz, especialmente entre 1 y 12 kHz.

Al producirse una tormenta con rayos son emitidas señales electromagnéticas potentes. Parte de ellas pasan a través de la ionosfera y se propagan siguiendo las líneas de fuerza del campo magnético de la Tierra. Otra parte se reflejan reiteradas veces en la superficie de la Tierra y en la ionosfera. Esta mezcla de señales llega al oyente y se manifiesta como el ruido y los sonidos que acabamos de describir. Incluso en un día de sol, en Europa este ruido y sonidos se pueden oír, procedentes de las lejanas zonas tropicales.

Lo peculiar en este caso es que este fenómeno puede ser observado por oyentes situados en las latitudes entre 25 y 65 grados puesto que las señales más fuertes se reciben en las zonas alrededor de los 50 grados de latitud norte o sur.
Las señales de este género no deben ser confundidas con las frecuentes crepitaciones debidas al efecto de una tormenta más cercana con truenos. Estas crepitaciones se pueden oír mayormente en la banda de 1 a 20 kilohercios.

Siempre en las frecuencias inferiores, se pueden escuchar también las estaciones de frecuencias patrón y señales horarias. Estos transmisores emiten en ondas cortas, pero también en ultra largas, en la banda de 25 a 77,5 kHz. La mayoría de estas estaciones emiten una señal que se escucha como un peep o un beep, y cada minuto es anunciado por una voz humana, las más de las veces en inglés.

Al oír esto el escucha puede verificar si su receptor está calibrado con exactitud, es decir, si indica exactamente la frecuencia anunciada. Por lo demás, la hora comunicada es la más exacta en la naturaleza puesto que está basada en la continua corrección entre la hora atómica y la hora astronómica.

Son nueve los países que utilizan para este fin frecuencias en estas ondas: Rusia, Bielorrusia y Kirguistán están juntas en 25, 50 y 66,66 kHz. Japón, Gran Bretaña y EE UU están en 60 kHz ) aunque Japón está también en los 40 kHz). China está en 68,5 kHz, Alemania en los 77,5 kHz y Suiza, en los 75 kHz.

Cada estación tiene una designación en tres letras que es anunciada durante el programa con voz o con señales de Morse cada cierto tiempo, por ejemplo cada hora en punto.
Las señales podrían ser comparadas también con las emisiones de las estaciones en onda cortas, pero únicamente EE UU y Rusia emiten simultáneamente en ondas cortas y en ondas ultra largas.

Los aficionados a este tipo de señales radiales inusuales necesitan dispositivos especiales para recibir estas frecuencias bajas, como por ejemplo un transformador de frecuencias o convertidor. Casi todos los receptores con ondas largas podrían ser adaptados por un especialista y ajustados para poder recibir frecuencias inferiores a los 150 kHz.

Conviene que el receptor esté dotado también de antena exterior hecha de un cable común. A pesar de ser de origen natural, estas señales son en su mayoría fuertes. La antena hace falta más bien para la recepción de las estaciones de frecuencias patrón y señales horarias.



Versión en español de Raina Petkova