lunes, 11 de octubre de 2010

Breve historia del receptor en Bulgaria



El primer receptor de radio civil fue importado en Bulgaria en 1924: un Radiola, fabricado en Francia.

En los años siguientes el número de los aparatos importados fue aumentando, no obstante las dificultades. Éstas surgieron a causa de la política de las autoridades que implementaron importantes aranceles con que se gravaba la importación de los aparatos, como también un complicado procedimiento para registrar los mismos. La recepción era limitada debido también al escaso número de pueblos y ciudades electrificados.
Además de los aparatos de importación, en el país había algunos elaborados por aficionados, como también aparatos de licencia ensamblados de piezas importadas.
La mayoría de los aparatos de radio en Bulgaria en aquella época eran de fabricación alemana, francesa, italiana, es decir europea. Las marcas más difundidas eran Telefunken y Philips. La presencia de los equipos alemanes fue aumentando al comenzar la Segunda Guerra Mundial y al aliarse Bulgaria con Alemania.
En 1943 las autoridades prohibieron la escucha de transmisores extranjeros. Comisiones especiales recorrieron los hogares para sellar con cera roja y un hilo el botón con que se ajustaba el receptor en las diferentes ondas. La gente podía escuchar únicamente la emisora local Radio Sofía en onda media.
Los oyentes más listos y osados destornillaban la tapa posterior del receptor y hacían girar el condensador alterno para escuchar emisiones extranjeras.
Tras la entrada de las tropas rusas a Bulgaria, en 1944, y una vez establecido el poder comunista, fue organizada la producción local, nacional, de receptores de radio. Hasta mediados del siglo pasado casi todos los receptores del mundo eran de bombillas de tres tipos: europeas, norteamericanas y soviéticas.
Casi la totalidad de receptores fabricados en Bulgaria estaban dotados de bombillas europeas, de las llamadas series U y E. Los aparatos eran de caja de madera y ofrecían un sonido de voz y música muy natural. Contaban con bandas de ondas media, larga y corta. La banda de onda corta solía permitir la sintonía entre los 16 y los 49 metros.
Los receptores de bombilla fabricados en Bulgaria tenían muy buenas prestaciones. El mejor de ellos fue creado en 1963 y era de la marca Sinfonía 10. Estaba dotado de nueve bombillas y permitía sintonizar todos los tipos de onda, con una sensibilidad y selectividad de las que carecen algunos receptores modernos hechos con transistores, circuitos integrados y demás elementos modernos.
Después del receptor Sinfonía 10 y sus modificaciones bajo la forma de combinación de la radio con gramófono y otras, comenzó la fabricación de pequeños aparatos con ondas medias y ultracortas. Ello se debió a la aparición de los receptores portátiles con transistores. La primera radio portátil de fabricación búlgara se denominó Progreso y apareció en el mercado en los años 60. Ofrecía buena calidad de las ondas medias y era capaz de captar incluso la emisora musical Radio Luxemberg.
Luego comenzó la importación de receptores fabricados en la URSS, Letonia y otros países, de las marcas VEF, Okean, Selena, entre otras. Eran portátiles, a pila y con onda corta.
En aquellos años había en Bulgaria dos categorías de oyentes en estas ondas: oyentes de programas musicales y oyentes de programas políticos. El estudio obligatorio en Bulgaria de la lengua rusa y de al menos un idioma occidental ayudaba a la gente a escuchar programas de todo el mundo.
Hoy en día, habiendo aparecido múltiples programas radiales y de TV en onda ultracorta, la sintonía de programas radiales ha perdido popularidad pero la radiodifusión no deja de ser el medio de comunicación más veloz y moderno, con millones de oyentes en todo el mundo.


Versión en español de Raina Petkova

Fuente:Bulgaria: Espacio Diexista: 10.10.10. -Breve historia del receptor en Bulgaria - http://bit.ly/95q48D

(Yimber Gaviria, Colombia)

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