lunes, 10 de mayo de 2010

CHILE: El Terremoto por un Radioaficionado‏


08-05-2010

Nuestros amigos de la Federacion de Radioaficionados de Chile (Federachi), nuevamente nos envían la experiencia de uno de ellos durante el terremoto y la importancia de la radio en este tipo de situaciones, ejemplo que se debería de imitar.

Enviado por Héctor Pino, escrito por Leonardo Caro

Un confuso despertar, que aún no logro dilucidar si fue con los primeros movimientos del sismo, o si desperté cuando ya toda la furia de la naturaleza se dejaba sentir… lo que si es claro es que estaba en el suelo, medio dormido, tratando de ponerme de pie y no podía, todo lo contrario, el sismo me hacía caer una y otra vez al suelo.

Cuando logro despertar en conciencia y mis sentidos recuperan el control de mi mente, me percato de que es un terremoto, adornado con los gritos de mi esposa que decía ¡mi mamá Leo!, ¡el mar se va a salir!... y yo tratando de calmarla, diciéndole que todo iba a estar bien y que debíamos calmarnos. Sinceramente, creí en un momento determinado, que el segundo piso de mi casa no resistiría la fuerza increíblemente potente que el terremoto le aplicaba. Fueron para mí más de tres minutos, mucho más de los 2:45 y 8.2 Richter que se midieron en Santiago, intensidad y duración que hasta el día de hoy, no me ha sido posible cuantificar en alguna página o publicación oficial.

Como podía, trataba de avanzar en medio de la confusión provocada por la imposibilidad de mantenerme en pie y de las cosas que caían. Detuve a mi esposa antes de que siguiera avanzando hacia la escala, tomo mis llaves, bajo a tumbos por la escalera y logro llegar al primer piso, era realmente fuerte la fuerza que la tierra ejercía, no me podía mantener en pie ni siquiera afirmado de la pared, mientras trataba de desactivar la alarma, ni siquiera fui capaz de abrir la puerta de calle al primer intento, no por huir a tontas y a locas, sino que quería dejarla abierta antes de que se trabara por el torque mecánico que había en ese momento.

Baja la intensidad del terremoto, pero no deja de temblar de manera ondulante, movimiento que se mantuvo por gran parte de la madrugada. Rápidamente, subo para tomar un bolso que ya contenía algo de ropa, tomo las linternas, el bidón con agua, los handies y mientras mi esposa se viste, saco la camioneta y le atornillo rápidamente las antenas. Luego, corté los suministros de agua, electricidad y gas, cierro con llave todo y nos marchamos hacia la carretera 160, Concepción – Coronel. Objetivo: llegar a un camino vecinal paralelo al Cementerio Parque del Recuerdo, ubicado a unos dos kilómetros de mi QTH, y por el cual, podíamos acceder a un cerro de más de 30 mts. de altura, mal que mal, vivo a 1.400 mts. En línea recta de la costa.

Aquí se me produce un vacío en mi memoria, ya que no puedo recordar en qué momento encendí los equipo y los sintonicé. Mi ICOM IC-2350H quedó fijo en 156.800, mientras que el handie IC31A lo dejé en 152.450, 152.060, 154.800 y 147.970 -600, todas en simultáneo. Incluso, al no tener señal en FM de radio Bío Bío (98.1), me cambié a su frecuencia de 620 AM, pero para mi gran sorpresa, NO ESTABA AL AIRE, sino que se escuchaba nítidamente radio San Rafael de Argentina, emisora por la cual nos enteramos con mi esposa de la magnitud de lo acontecido: en esa zona, San Rafael, habían tenido un sismo grado 6.6 Richter.

Luego de acceder a la carretera, en medio de explosiones de industrias cercanas a ella, las que iluminaban la oscura madrugada de ese día, logramos entrar al camino vecinal, y cuando ya llevábamos cerca de 2 Km. recorridos, escucho por el VHF:

“…a todas las estaciones, aquí Talcahuano Radio que declara alarma de tsunami. Embarcaciones cortar amarras y espías y hacerse a la mar. Tripulación de tierra, subir a altura de seguridad establecida…”.

En ese momento, se detiene la fila de vehículos, porque no conocían el camino. Apago el motor de mi camioneta y trato de aclarar mis ideas, en medio de la desesperación de la gente, sin tener más información que validar, con todas las frecuencias de VHF muertas, en silencio.

Al final, decidí subir a pie con mi señora. Caminamos por más de 20 minutos, siempre en ascenso. Creo que llegamos a estar a unos 50 mts. de altura, puesto que se veían las copas de los árboles que estaban cerro abajo. Ya eran las 4:20 hrs.

Vuelvo a encender mi handie y mi radiorreceptor Sony e increíblemente, al empezar a escuchar los primeros comunicados en 2 metros y en FM, en vez de calmarse mi ansiedad ocurre todo lo contrario, crece la incertidumbre, la impotencia, porque lo que se decía por parte de las autoridades, me lo desmentía mi VHF al escuchar a Carabineros, Bomberos, el SAMU y el repetidor de Concepción. Estábamos en medio de la intemperie, aislados sin telefonía celular y en medio de una bruma que paulatinamente comenzó a cerrar el paso de la luz de la luna llena. A esa hora, cerca de las 4:30 hrs., ya sabíamos que un maremoto estaba azolando las costas de Constitución, Talcahuano y Dichato.

Decidimos permanecer ahí hasta cuando amaneció y la luz del alba, demorada por la bruma, comenzó a iluminar el recorrido que habíamos hecho. Al retornar a casa, la revisamos completamente y gracias a Jehová, nada le ocurrió. La torre de 15 mts. autosoportada, pasó sin problemas esta dura prueba, la cual en su minuto, pensé que no lo lograría.

Más tarde, cerca de las 11 de la mañana, instalé mi batería de estación móvil para alimentar a mi handie, el cual salió al aire por medio de una 5/8 magnética que puse en el techo del vecino. Comencé a contactarme con varias estaciones amigas, CD 4303 Christian de Penco, X5C Héctor de Concepción, CE5SLI Domingo de Talcahuano, CE5VLH, CE5UKJ, CE5WOF, a los cuales no les recuerdo el nombre, dado que no contaba con la posibilidad de anotar. A esas alturas, sábado en la tarde, el repetidor de Concepción dejó de funcionar. La frecuencia de 147.970 en directo, quedó como frecuencia de encuentro y para cursar tráficos. Posteriormente, instalé mi receptor Sony 2001D, a la antena de 80 mts. a fin de escuchar emisiones de otros lugares para saber qué pasaba. Radio Cooperativa y Carabineros de Chile, ambas de Santiago, no estaban al aire, por lo que resolví escuchar la red en 7.050 y estar atento para ver que hacer o cómo ayudar. En este punto de la historia, mi esposa ya me había pedido que el garage se transformara en comedor y que la camioneta sirviera de dormitorio para dormir. Por supuesto, el garage fue además, shack improvisado.

No puedo dejar pasar esta oportunidad, para agradecer muy sinceramente a CE5RHS, Miguel de Concepción, quien con un altruismo a toda prueba y venciendo todas las dificultades impuestas por la naturaleza y actuar de las personas que se aprovecharon de esta situación, logró llegar a la casa de mis padres, para que me escucharan por medio de su handie y supieran que estábamos bien, pese a todo el miedo y pánico que siguieron durante los días posteriores al terremoto.

Creo sacar una moraleja en la parte radial de todo lo sucedido. Escuchar con calma me salvó la vida, porque las transmisiones de las autoridades fueron “la vez” y después, desaparecieron por largas horas. El haber tenido con antelación reunida ropa, alimentos, agua, los equipos y las baterías, me permitieron ahorrar minutos valiosísimos para huir de manera tranquila y serena, sin perder nunca el norte.

Las moralejas personales, las dejo en mi corazón y en mi pensamiento, ya que cada uno sabe, en la soledad de nuestras conciencias, que aprendió en estas últimas semanas.

Lo que lamento profundamente, fue no haber podido ayudar más, ya que al estar aislados en San Pedro, sin cobertura de seguridad policial, conspiró para que me quedara encerrado en la Villa donde vivo.

Amigos, a pesar de todo, doy gracias a Jehová Dios que me permitió salir con bien junto a mi esposa de este cataclismo y estoy muy contento porque los radioaficionados chilenos, cual más, cual menos, lograron ayudar al prójimo y dar a conocer las primeras informaciones, del segundo terremoto más destructivo de nuestra historia.

Desde que volví a trabajar en mi oficina, nadie, ni jefes ni colegas, me molestan ahora por mis radios ni mi handie.

Así lo viví.

CE5ANV, Leonardo Caro Riveros.

Fuente:El Terremoto por un Radioaficionado - El Martutino - Al que madruga, portada segura (Terremoto 2010: Ciudadanos, ¡Arriba Chile!).

http://bit.ly/cCgZzL

(Yimber Gaviria, Colombia)

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