Las transmisiones colaterales durante programas radiales

Autor: Rumen Pankov e Ivo Ivanov

Espacio diexista 20.06.1. Radio Bulgaria, Sofìa.

A finales de mayo Radio Miraya que emitía con transmisor situado en Eslovaquia comenzó a ser captada en dos frecuencias nuevas, las de 9480 y 10000 kilohercios, a pesar de encontrarse empleando sólo una registrada oficialmente, la de 9740. Varios días después aquel error técnico quedaba rectificado. La deficiencia se debió a un desperfecto en el campo de las antenas y las transmisiones colaterales se habían producido con sendas desviaciones de 260 kilohercios, una con signo más y la otra con signo menos.
Muy a menudo se puede comprobar la transmisión colateral que se produce en posprogramas de Radio Vaticano. Los programas originales se transmiten en 7335 y 7250 kilohercios pero son captados también en 7165 kilohercios, con desviación de 85 kilohercios con signos más y menos. En otros períodos de las 24 horas se escuchan programas de esa emisora en 7140 kilohercios y se relacionan con las frecuencias de 7250 y 7360 kilohercios.

Los ejemplos anteriores, entre otros muchos ponen de manifiesto que a raíz del manejo incorrecto de las instalaciones radiales pueden surgir dificultades ante la radiodifusión internacional. Las razones son de carácter técnico, por ejemplo, discordancia entre antenas situadas muy cerca una de la otra, deficiencias en ellas o en los transmisores, fenómenos naturales, experimentos de innovaciones, etc. No en último lugar, la razón puede residir en el receptor del oyente. En ocasiones, las transmisiones colaterales y complementarias se hacen en forma intencionada. El caso más notorio en la historia de la radiodifusión se produjo el 5 de noviembre de 1961 cuando la emisora “La Voz de América” efectuó una transmisión radial emitiendo un mismo programa simultáneamente en 52 frecuencias. Fue una transmisión experimental con el fin de comprobar si los países de Europa del Este eran capaces de hacer jamming a un número tan importante de frecuencias.

Uno de los ejemplos de mayor originalidad en este terreno es la emisora “La Voz de Vietnam” que utilizaba la frecuencia de 13740 kilohercios, pero en un momento determinado se comenzó a captar, con paso de 10 kilohercios, en un total de 10 frecuencias.
Los casos más frecuentes de transmisiones colaterales tienen que ver con las llamadas frecuencias armónicas. Así una emisora es captaba en su frecuencia básica pero también en frecuencias que son el doble, el triple, etc. de esta frecuencia.
Aquí en Bulgaria, se pueden captar las frecuencias armónicas, repetitivas, de numerosas emisoras griegas que casi han invadido la banda tropical de 90 metros de onda corta, de 3200 a 3400 kilohercios.

En ocasiones los oyentes se pueden confundir al manejar un receptor de conversión única de la frecuencia intermedia. Esta última es diferente para los diferentes tipos de receptores. Por ejemplo, los aparatos de bulbos utilizaban la de 468 kilohercios, y los de transistores, la de 465 kilohercios. En estos aparatos determinada emisora es captada en su frecuencia básica e, igualmente, en otro punto del dial, en una frecuencia espejo. La frecuencia espejo se obtiene tras restar de la básica, la frecuencia espejo multiplicada por dos.

Conviene destacar a estas alturas que en las ondas ultracortas las frecuencias intermedias son del orden de 10,5 megahercios. Por esta razón, el oyente debe escoger un receptor que cuente con la llamada doble conversión de la frecuencia y optar por dos frecuencias intermedias especialmente seleccionadas. Respecto a las frecuencias espejo, hay que decir que en los receptores de radio modernos, de prestaciones mejoradas, aparecen raramente tales frecuencias.
Los oyentes suelen informar sobre transmisiones radiales colaterales y sobre frecuencias armónicas en las páginas de publicaciones diexistas impresas o en Internet.